viernes, 19 de septiembre de 2008

II - Diario de Viaje 1: Turquía Norte



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DIA 1: “La Megatirada”. Salida Gasolinera Sant Joan de Vilatorrada - ZAGREB (CROACIA). 1.600 KMS.




Momento exacto de la salida encarando la rampa del garaje:




Que si, que es una barbaridad, ya lo se. Pero quería autodemostrarme que es posible y realmente lo es. Máxime cuando tenía que salir a las 4 de la mañana y por no tener más tiempo material con los preparativos me quedé dormido y la salida fue a las 6.10 de la gasolinera. Poca historia tiene atravesar Francia, Italia, y Eslovenia casi todo por autopista para los que ya lo hemos hecho en otras ocasiones, tal vez solo destacar el momento de la puesta de sol que me pilló en las preciosas carreteras locales de Eslovenia como aquí se puede ver.







La novedad desde la última vez, es que en Eslovenia ya no hay frontera física, y que ya el euro es la moneda local (y no el Tolar). Además unos carteles anunciaban la obligatoriedad a partir del día 1 de julio de la tasa única anual de autopistas (17 euros).

Después, ya de noche, llegué hasta Zagreb y acampé en el Camping Pitvlice junto a la moto.

Saliendo más temprano como estaba previsto, o en un día que has descansado antes o vas a poder descansar después, veo perfectamente asumible el reto de hacer 2.000 kms en menos de 24 horas, reto que dejo para otra ocasión....

La nota negativa de la jornada fue comprobar, ya de noche, que circulando tantas horas entre 34 y 37 grados de temperatura, los gases del escape chocando con los neumáticos de recambio habían fundido diversas cosas de plástico en la maleta izquierda debido a las elevadas temperaturas que se acumularon dentro (linterna, esterilla, etc).

Además, el GPS viejo Garmin E-Map que llevo de refuerzo para la PDA, resulta que no “adquiere satélites”. Lo desconecto y a la maleta que va, pues con la PDA me basta de momento. La moto duerme al lado de la tienda.


DIA 2: “Hacia el Este”. Zagreb - (Belgrado (Serbia)) -SOFIA (BULGARIA). 800 kms.




Debido a que se jugaba la final de la Europa de fútbol, a descansar de la paliza del día anterior, a que ya conocía Sofía de otra ocasión, y a que quería entrar en mi primer país desconocido (Turquía) ya de día, esta jornada era corta y fácil y acabó en Sofía sin ningún tipo de contratiempo, donde además tenía la única reserva en un hostal hecha dos días antes para asegurar el tiro. Una vez más la complicación en Bulgaria siempre es leer el alfabeto cirílico, pero también es algo divertido en lo que mantenerse ocupado.

Este cartel ha sido uno de los culpables de haber emprendido éste viaje. Lo vi al entrar en Bulgaria hace dos años cuando la excursión a los Balcanes, y me quedé con las ganas, ya que en esos momentos yo todavía no había podido visitar ni Atenas ni Estambul y ambas me apetecían mucho.




La Pantera Negra quería visitar la catedral de Alexander Nevski como hizo su antecesora “La Cucafera”, y la Iglesia ortodoxa de San Nicolás.






Llegada al Hostal (Internet Hostel - 9 leros) y la moto aparcada en una plaza próxima. Salida con un muchacho francés a ver la final de la Eurocopa que luego compartimos con un brasileño y dos españoles.

“Nas darobia”




Juerga y algarabía por las calles de Sofía.




DIA 3: “Por fin Constantinopla”. Sofía - ESTAMBUL (TURQUIA): 600 kms.



Se pueden seguir las carreteras búlgaras del Este sin demasiada dificultad para llegar con cierta emoción a la frontera turca.

Un consejo para todas las fronteras turcas: dejad el vehículo encarrilado ya en alguna de las colas y dirigíos a la “Vezne” (caja) a comprar el sello del visado (10 euros), así cuando os toque el turno en la garita de control os lo sellarán directamente.

Frontera Turca. Justo al llegar ya encuentras la primera mezquita de diseño claramente turco.




Entré en Estambul al mediodía y con ello pude convertir en realidad una de mis eternas ilusiones al poder conocer una ciudad fusión de culturas, a caballo de Oriente y Occidente, que ha sido capital de tres imperios diferentes como sus nombres delatan (Constantinopla, Bizancio y Estambul).

Otro consejo para toda Turquía: en las ciudades no os matéis a buscar ningún indicador de Centrum, Zentrum, Centre o un punto negro, pues, con pocas excepciones en las zonas más turísticas, los indicadores de centro ciudad rezan “Sehir Merkezi”. Me costó dos días y muchas vueltas averiguarlo ...

El Skyline de Estambul está infestado de preciosos minaretes de mezquitas que apuntan hacia el cielo, por lo que encontrar visualmente dos mezquitas de lado no significa forzosamente haber encontrado la dirección correcta hacia la plaza de la Mezquita Azul y Santa Sofía. Además, las calles de dirección única te pueden llevar sin querer a atravesar el Bósforo dirección al barrio de Galatasaray, nada que no pueda solucionarse con un poco de paciencia entre el tráfico intenso de Estambul.

Aparqué frente al puente de Gálata donde los pescadores ya empezaban a proliferar (por la tarde se multiplicaron), e hice mi primer cambio de moneda a liras turcas en una oficina de exchange.

Aquí el Puente de Gálata en el “Cuerno de Oro”, con la mezquita Yeni Camii al fondo entre otras.




Luego me dirigí a la explanada de las mezquitas, aquí la Mezquita Azul (Sultan Ahmed Camii)




Lo primero que aprende un motero en verano en un país árabe es que al lado de una mezquita siempre hay unos lavaderos para asearse muy dignamente. Esta información me vendrá muy bien en días futuros ...





¿Alguien ha visto un capullo?




Santa Sofia (Hagia Sophia Camii) sede del patriarca de Constantinopla.




Busqué y encontré sitio en un hostal céntrico (Cordial House - 8 leros), aunque la moto besó el suelo por primera vez sin consecuencias delante del hostal, al intentar girar en bajada, curva y con adoquines. Llegada triunfal pues ... jajaja.




Después de la duchita y vestido de calle ya me acerqué al Gran Bazar, realmente grande y curioso, muy bien organizado todo.

Puerta Kapalicarsi




Espectacular colorido, ¿no?








El trasero de las famosas a mano.




En realidad en todos los bazares de Turquía los tejanos se anuncian así.




Callejeando por Estambul toda la tarde volví al puente del Gálata como hacen todos al final del día, y regresé también más tarde a la extraordinaria Mezquita Azul, y de camino me regalé mi primera comida turca


La afición a la pipa de agua:



Mezquita de Nurosmaniyé Camii






El Puente del Gálata, ahora desde el lado europeo:




Se estila mucho en los paises islámicos comer mazorcas de maíz tostadas




Mires a donde mires en Estambul siempre despunta una mezquita.



Hora de reponer fuerzas cómodamente sentado. El Chai (Té) de bienvenida, no falta en ninguna ocasión en cualquier parada que hagas en países del Islam.




Se le hace la boca agua




Restaurante familiar en el que la abuela amasa el pan en público.




De camino al hostal, una nueva visita a la Mezquita Azul ya con menos turistas.




Antes de dormir lavé un poco de ropa que ya empezaba a dejarse notar. La moto durmió frente al hostal.


DIA 4: “Aciago Día”. Estambul - ANKARA - SAMSUN: 850 Kms.




Me levanté pronto y me dispuse con emoción a cruzar el Puente del Bósforo que separa Occidente de Oriente. Pero justo al abandonar propiamente Europa y llegar al otro lado los acontecimientos se suceden. En primer lugar resulta que hay un peaje pero no hay taquilla manual ni ningún encargado y se ha estropeado la única taquilla que funcionaba con tarjeta. Me salto el peaje con cierto canguelo. Suena la alarma. Me paro esperando inutilmente a ver si alguien me dice algo, y al final opto por seguir.
Al cabo de un rato me doy cuenta que la PDA se ha desconectado, la trasteo y lo que pasa en realidad es que se ha muerto y no se enciende con ninguna de las dos baterías ni con conexión directa. Esto si es un problema para mi, ya que para un viaje flash como éste dependo de los mapas calibrados de las grandes ciudades que hay que visitar en todo el viaje. Desesperado recuperé el GPS Garmin de la maleta y tras un “hard reset” y un poco de trasteo empezó a “adquirir satélites” y por suerte el amigo ya no me abandonó nunca más hasta el final del viaje.

Una curiosidad turca: Si soy extranjero aquí deberé de aparcar donde pone "Guiris", ¿no?. En realidad significa "entrada".




Al llegar a Ankara la prioridad era encontrar un servicio H.P. para reparar la PDA si era posible. Me dirigí a un centro comercial (un Caprabo igual que los nuestros) donde me dieron la dirección del servicio técnico, y con gran dolor de mi corazón tuve que alquilar un taxi para que me guiara hasta él al estar en un barrio apartado del centro. Todo fue inútil, acabé en 4 servicios técnicos diversos y ninguno fue capaz ni siquiera de trastear la PDA o intentar un reset. Me dirigí entonces a un centro comercial especializado a ver si me compraba otra PDA parecida, pero no había nada similar y menos a un precio asequible. Total: la PDA a la maleta y a partir de ahora y hasta el final a circular sin mapas calibrados. Creí sinceramente que esto significaba la imposibilidad de cumplir todas las previsiones de mi itinerario al tener que destinar varias horas a entrar o salir de las grandes ciudades para encontrar todo lo que hay que visitar (Teherán por ejemplo tiene 12 millones de habitantes ...).

Confuso todavía visité el Centro de Ankara, la capital de Turquía.

Aparqué en la plaza Kizylay (Kizylay Meidan y Kizilay Gubenpark), en el mismo centro de Ankara.






Luego me dirigí hacia el Anitkabir, el gran Memorial de Mustapha Kemal Ataturk (fundador de Turquía),

Mausoleo Ataturk










Y más tarde a la mezquita de Kocatepe.

Kocatepe Camii.




A media tarde, en vez de buscar un hotel y visto que la ciudad no tiene mucho más que ofrecer, decidí empezar a ganar tiempo a las previsiones y cogí carretera y manta hacia el Nordeste. Pero para rematar el día en la parada para vestirme de romano voy y pierdo el teléfono móvil como muchos kilómetros más allá pude comprobar aterrorizado. Como decía aquél: “una mala tarde la tiene cualquiera” ... pero el día entero éste es mejor olvidarlo...

Circulando bastantes kilómetros de noche llegué hasta SAMSUN, en la costa del Mar Negro, y encontré un hotel (Dila Hotel) donde descansar con la moto aparcada en la plaza de enfrente.

Al hacer recuento de mis pertenencias me percato con horror que el teléfono ha desaparecido ....



DIA 5: “Costeando en el Mar Negro”. Samsun - SUMELA - HOPA. 650 Kms.




Desayuno en el hotel y después mi prioridad absoluta era encontrar un cibercafé para comunicarme con los míos, advertir de la pérdida del teléfono y de paso que bloquearan la línea. Con sólo eso en la cabeza y confiando en mi orientación en una ciudad pequeña y costera, salí del hotel sin el equipaje ni el GPS. ¡¡ Craso error de principiante !! Efectivamente encontré un ciber, que a partir de ese momento seria mi única vía de comunicación hasta el final del viaje, y me di una buena vuelta por la ciudad hasta el puerto. Pero el problema fue intentar volver hasta el hotel de nuevo a buscar los bártulos. Las calles que tomé de noche para llegar al hotel ahora de día parecían diferentes; no lograba dar con la esquina adecuada y todos los cruces del largo paseo marítimo me parecían iguales. Encima no me acordaba exactamente del nombre del hotel y nadie me sabía dar las señas para encontrarlo. ¡Un desastre! Es de pardillo no coger al menos la tarjeta del hotel. Yo recordaba que había una parada de taxis enfrente, lo cual en mi ciudad hubiera bastado, pero resulta que en Samsun debe de haber como 10 u 11 paradas de taxis diferentes .... Al final aparqué la moto, apunté la dirección exacta donde la dejaba, y empecé a buscar el hotel a pie preguntando a los taxistas y en los hoteles de más estrellas que pudieran hablar inglés. Costó una hora, lo juro, pero acabé encontrando el hotel, supe volver a por la moto donde la dejé, y pude recoger el equipaje después de una nueva ducha con tantos nervios. Moraleja: hay que mantener la cabeza fría, respetar el protocolo y no dejarse llevar por las prisas. Lección aprendida espero.


Monumento a no se qué tripulación heroica ...



La Pantera Negra me ha llevado hasta el Mar Negro:



Salgo finalmente de Samsum y costeando el Mar Negro me dirijo hacia Ordú, de la cual las guías turísticas aconsejan la visita.

Llego a Ordú buscando su famosa basílica, y ésta al final resulta ser una iglesia de valor artístico o arquitectónico escaso a mi modo de ver.
Callejeo por el pueblo y por la playa, pero cuando pregunto en su todavía no inaugurada Oficina de Turismo, me confiesan que en el mar no se baña nadie porque el agua del Mar Negro aquí está bastante sucia.
No es una sorpresa para mi, la primera vez que me bañé en el Mar Negro fue en Constanza (Rumanía), y desespera ver que la poca gracia que tienen los rumanos para hacer atractiva una costa es compartida por todos los vecinos de mar, ya sea los búlgaros, los turcos, los georgianos, los ucranianos y supongo igual los rusos.
Y en el Mar Caspio pasa exactamente lo mismo. El problema suele ser que las grandes ciudades vierten sus aguas residuales al mar sin control ninguno, y sus playas lógicamente se resienten. Ello pasa a veces en nuestro mismo Mar Mediterráneo (véase experiencia en Beirut (Líbano) unas semanas más adelante ...)

Ordu:



Ordu Camii



Basílica de Ordú (Ordu klise)



Osmanpasha Sadirbany



No obstante hay que decir que en otros puntos de la costa, entre ciudades, si que había zonas de baño y multitud de bañistas aprovechando para mitigar el calor.

Kavakli Rahman, en Akçaabat.



Llegué a Trabzon, ciudad que tiene relativamente cerca el Monasterio de Sumela, emplazado espectacularmente en las rocas de una montaña.

Después de adentrarme en un valle por una divertida carretera, se llega a pies del Monasterio, pero hay que subir a pie por un caminillo

Raíces centenarias en la ascensión



La Pantera ha llegado a Sumela



El emplazamiento es espectacular.




Al volver a Trabzon ya estaba oscureciendo y al no encontrar ningún hotel económico decidí ir tirando en dirección a la frontera georgiana. Llegando a Hopa varios camiones aparcados delataban que allí sí había hoteles asequibles como efectivamente sucedió. Enseguida pude comprobar que a esa altura de Turquía el inglés ya no servía de nada y la segunda lengua era claramente el ruso. Me alojé en un hotel grande pero ya un poco viejo, el Papila Hotel I. La moto durmió en la puerta del hotel.

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